El 21 de noviembre de 1818 vino a este mundo Lewis Henry Morgan. Nació en una casa de campo desde la que se veía el lago Cayuga, situado entre Siracusa y Rochester, cerca y al sur Aurora, Estado de Nueva York. La familia Morgan cambió poco después las orillas del lago por la ciudad de Aurora; los padres decidieron educar al niño en el Cayuga Academy. Más tarde estudió en el Union College donde se graduó en 1840. De nuevo en Aurora, pasa el tiempo dedicado al estudia de leyes, pues quiere dedicarse a la abogacía. No obstante, la jurisprudencia no ocupa todo su tiempo ni atención mental; un buen numero de horas es absorbido por el estudio de la antigüedad griega y romana en sus períodos clásicos. Al mismo tiempo se inscribe en el The Gordian Knot, club de carácter literario y social para jóvenes con inclinación intelectual. Sus primeros contactos -e interés- por los indios americanos tienen lugar en estos años. En 1844 se domicilia en Rochester (Nueva York) para tener mayor oportunidad de practicar su profesión.
En 1851 Morgan publica su primera obra importante -the League of the Ho-de-no-sau-nec, or Iroquois- y contrae matrimonio con su prima Mary Elizabeth Steele. la nueva pareja se afinca en Rochester y ocupa una casa de de la South Fitzhugh Street. Durante siete años se dedica exclusivamente al ejercicio de la abogacía y al incremento de sus negocios. Por su profesión, cualidades y finanzas llega a ser abogado y director de la Bay de Noquet and Marquette Railroad Company; este cargo le lleva numerosas veces, en viajes de negocios, a la parte alta de la península de Michigan. Aquí y en forma de minas, ferrocarril y hornos de hierro tiene invertido su capital. mientras tanto la familia Morgan aumenta: en 1853 nace un varón, Lemuel; en 1855 y 1860 llegan dos hijas, Mary y Helen. Pero ni la vida familiar ni de negocios le hacen olvidar su hobby antropológico; al contrario, sus viajes a Michigan le ponen en numerosos, aunque esporádicos, contactos con indios. Una vez coincide en el tren con una delegación de sioux; Morgan busca rápidamente un intérprete e intenta obtener el sistema de parentesco de los mismos. Pero los sioux "parecían no tener mucha gana de dar información", comenta el investigador resignado.
Durante todo este tiempo su fortuna adquiere un volumen considerable. Deja la abogacía, se desentiende cada vez más de los negocios y a partir de finales de 1858 se consagra a la investigación antropológica. durante los meses de mayo y junio de 1859 realiza su primer trabajo de campo, con varia fortuna, entre los Kaws, pottawatamies, ottawas, sacs, y foxes, peorias, shawnees, delawares, iowas, etc., que ocupaban parte de Kansas y Nebraska. En mayo y junio de 1860 repite el viaje a los mismos Estados y con el mismo propósito. Comprueba los datos obtenidos en el verano anterior y recoge otros sobre los miamis, chippewas, omahas, piankeshaws, kaskaskias, etc. Sale de nuevo en julio y agosto de 1861, pero esta vez modifica su campo de operaciones. Su meta es Pembina, el Fort Garry y el Red River norteño (Minnesota). Esta expedición le proporciona, entre otras cosas, los sistemas de parentesco de los cree, assiniboines y blackfoot. De mayo a julio de 1862 se desplaza hacia las montañas Rocky junto al Missouri (Dakota y Montana). Trabaja entre los punkas, minnetares, arickarees, mandas y otros indios de las praderas. En la entrada de su diario correspondiente al primero de julio nos da una nota de su persona: pesa 159 libras y media; este peso, comenta, es algo inferior al normal en la época de verano que alcanza 165 libras (75 kilos). Al volver a casa queda, según escribe él mismo, "petrificado": sus dos hijas habían muerto de escarlatina durante su ausencia.
En una tarde de julio de 1854, Morgan y un grupo de amigos se reunen en su casa y fundan The Pundit Club. No hay duda ninguna de que el cerebro del mismo hasta 1880 fue Morgan. Ante este público presentó con frecuencia -dio treinta y dos conferencias- las primicias de su descubrimientos antropológicos; después pasaban a pubicaciones de carácter intelectual. Entre las actividades científico-literarias del club y el miteculoso y ponderado examen del material recogido en sus expediciones pasaron varios años. Hacia finales de 1864 había terminado ya el manuscrito del libro que le hace figurar necesariamente en los manuales de Antropología: Systems of Consanguinity and Affinity of the Human Family. Pensó entregarlo a la Smithsonian para su publicación el primero de enero de 1865. Pero no lo hizo. El 24 del mismo mes parte del edificio fue pasto del fuego. It was a marvellous escape, comenta Morgan literalmente, "pues sería prácticamente imposible el rehacerlo".
A principios de 1870 Morgan terminó la corrección de pruebas de Systems, y en julio del mismo año se embarca con esposa e hijo en Nueva York con destino a Europa. Visitan detenidamente Inglaterra, Bélgica, Alemania, Suiza, Italia, Austria y por Praga y Berlín regresan a Londres. De aqui van a París y desde Liverpool salen para Nueva York donde desembarcan en agosto de 1871, exactamente en el veinte aniversario de su boda, según hace notar Morgan en su diario. Después de unos días en Albany regresan a su casa de Rochester. Allí mente hierve con nuevas ideas, en embrión ya hacía cierto tiempo, y que el viaje a Europa aviva. Vierte sus pensamientos en folios, el último de los cuales es terminado en 1875. El título de la nueva obra, la que le hace mundialmente conocido, es: Ancient Society, or Researches in the Lines of Human Progress from Savagery through Barbarism to Civilization; se publicó en 1877.
Contando ya sesenta años -1878- y no rezumando salud, se derige hacia el suroeste montado en un corromato, acompañado por dos hijos de un sobrino y un par de estudiantes del Columbia College. Alcanzan la parte suroeste de Colorado, que exploran arqueológicamente. Siguen en su viaje hacia el Sur, penetran en Nuevo Méjico y Morgan estudia escrupulosamente las ruinas de Aztec y Taos. Este fue su último trabajo de campo, pero no su último esfuerzo científico. En Rochester sigue sentado a su mesa llenando cuartillas hasta prácticamente el día de su muerte, que ocurrió el 17 de diciembre de 1881. Fue enterrado en el cementerio Mount Hope de Rochester, en el sepulcro que él mando construir en 1863, poco después de la muerte de sus hijas. Legó dinero, biblioteca y manuscritos a la Universidad de Rochester con la intención de que se creara un Colegio para la educación de mujeres. 1818 y 1881 son, pues, los límites temporales que enmarcan la vida y actividades de una de las figuras más prominentes en la historia de la Antropología.
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